• Controlar los artefactos con gasistas matriculados.
  • Verificar que la llama tenga un color azul uniforme.
  • Dejar una puerta o una ventana entreabierta.
  • Ventilar la casa una vez por día.
  • Encender y apagar los braceros y estufas de leña fuera de la casa.
  • No utilizar el horno ni las hornallas de la cocina para calefaccionar.
  • No arrojar al fuego plásticos, goma o metales.
  • Controlar que los respiradores no estén tapados.
  • Apagar brasas y llamas antes de dormir.

¿Cuáles son los síntomas?

  • Dolor de cabeza.
  • Náuseas o vómitos.
  • Desmayo o pérdida de conocimiento.
  • Mareos, decaimiento o falta de fuerza.
  • Falta de aire.
  • Alteraciones visuales.
  • Convulsiones.

Ante la sospecha de intoxicación, ventilar el ambiente, comunicarse al 107 y apagar los artefactos que usen gas. Es importante informar al personal médico sobre la sospecha de estar sufriendo intoxicación por monóxido de carbono.